El proceso de enamorarse, decidir compartir la vida con alguien y comenzar a construir juntos. Luego viene la alegría de los hijos y seguir en el esfuerzo por consolidar una familia. Sin embargo, para algunos, con el transcurrir del tiempo, tienen que renunciar con dolor a ese proyecto de pareja. En ocasiones resulta más nocivo su defensa que enfrentar una despedida. Con el corazón partido buscan nuevos horizontes y a ellos mismos. Se divorcian, cada uno parte hacia orillas distintas para curar las heridas que dejó ese intento por encontrar el amor. Buscan formas para conjurar la culpa de lo que pudo haber sido y no fue. Pero, aunque a veces cueste aceptarlo; habrá un lazo permanente con la persona que amaron alguna vez, que hizo parte de su historia y será siempre parte de la vida de sus hijos.
Decir adiós no es sencillo y más a la persona que en un momento fue tan importante y especial, en ocasiones se despiden como enemigos. El dolor y la frustración hablan desde cada uno. El divorcio convierte todo en un campo de batalla: la historia juntos, las finanzas, los bienes, la familia y los hijos. Se dejan heridas con cada palabra y daños colaterales en cada desacuerdo, en cada discusión.
El divorcio acarrea consecuencias en los hijos
“El divorcio y su efecto sobre los hijos puede ser muy diverso y variar según el niño o adolescente. Sin embargo, en gran parte de los casos se vive como un fracaso y ese impacto suele ser duradero.”
El divorcio es una situación poco deseable para una pareja, la cual ve cómo sus planes y proyección de vida se derrumba por diferentes causas.
Cada miembro asume esta etapa de forma diferente; ya sea de mejor o peor manera y superar esta ruptura no siempre es fácil. En ocasiones el sobrepasar esta situación dependerá del tiempo que lleven juntos, la razón de la ruptura, si tienen hijos, la personalidad de cada uno y madurez.
Durante este difícil período, los padres puede que se preocupen y estén más enfocados en sus propios problema; eso no quiere decir que van a dejar a sus hijos de lado.
El divorcio y sus consecuencias en los hijos
Por lo general, los padres que se están divorciando se preocupan acerca del efecto que este tendrá en sus hijos. Y en ocasiones los padres pueden sentirse tan heridos, solos o abrumados por el divorcio que buscan la ayuda y el consuelo de sus hijos. Refugiándose en estos.
En el proceso de divorcio, los hijos suelen ser las grandes víctimas de este suceso; ya que para ellos este hecho es algo inesperado y el cual puede llegar a afectar en gran medida su estabilidad.
Durante esta etapa los niños pueden sentirse asustados y confundidos; los cambios a su alrededor y la incertidumbre de no saber qué va a suceder. En muchas ocasiones los niños piensan que ellos son la causa de los conflictos entre sus padres y que el divorcio es por su culpa.
Es por esto, por lo que muchos asumen la responsabilidad de intentar reconciliar a sus padres, utilizando los medios que sean necesarios.
¿Qué entornos afecta el divorcio a los niños?
Con el divorcio se presentan cambios muy drásticos y abruptos que afectan en gran medida al menor, algunos entornos que se ven afectados son:
Cambio de casa, colegio y amigos
La separación de la pareja o divorcio de los padres conlleva cambios importantes en el entorno del hijo; ya que en ocasiones deben cambiar el lugar de residencia, colegio, aumentando el distanciamiento con sus compañeros y amigos.
El impacto que tiene este factor en el desarrollo y ajuste social del niño es muy importante, se verá afectada su estabilidad emocional.
Convivencia forzada con un padre
No siempre el menor va a vivir con el padre de su preferencia y con el que mejor relación tenga; esto se debe a los acuerdos previos entre los padres.
En ocasiones, esta convivencia puede afectar emocionalmente al niño; puede extrañar su antiguo hogar y estar con ambos padres o preferir vivir con el otro miembro de la familia.
Muchas veces los familiares de los separados brindan ayuda al padre que convive con el menor, con el fin de alivianar la carga para este. En ocasiones esta convivencia y apoyo puede ser enriquecedora para el niño y en otras ocasiones no tanto. Puede afectar más la convivencia y la comodidad del pequeño.
Disminución de la acción del padre con el que no conviven
El padre que no está conviviendo con su hijo y no lo visita con frecuencia deja de ejercer una influencia constante en él. Esto lleva a no poder modificar comportamientos que no le gustan los pocos días que comparten; hace que el menor se sienta rechazado y piense que no merece su atención y amor.
Parejas nuevas de los padres
Es un factor muy importante en la adaptación de los hijos y tiene un efecto fundamental en la relación padre/hijo – madre/hijo.
Una mala aceptación del divorcio puede llevarle tener dificultades emocionales, familiares, escolares y sociales.
Y el conocer la nueva pareja de su padre o madre puede traer consigo el rechazo inmediato y generar problemas en el nuevo círculo familiar. Ya sea entre su padre o madre y la nueva pareja o entre alguno de sus padres y él.
Cómo el divorcio afecta a los hijos
Los efectos más comunes que puede traer un divorcio son:
- Bajar el rendimiento académico.
- Tener dificultades para relacionarse con los demás.
- Tener sentimientos de culpa.
- Presentar problemas emocionales, depresión infantil, ansiedad, miedo, ataques de ira.
- Presentar problemas de conducta, rebeldía, agresividad e impulsividad.
- Tener dificultades para concentrarse en las actividades.
- Presentar problemas de autoestima.
- Tener miedo de quedarse solos o sentirse abandonados.
- En los menores de 9 años el dolor emocional se puede ver reflejado en dolores físicos, como dolor de estómago o dolor de cabeza.
Cabe resaltar que estos efectos del divorcio en los niños no se presentan solo en el período que dura el divorcio; sino que pueden trascender a toda su vida.
Por esto te recomendamos consultar con un profesional en salud mental, si notas cambios en el comportamiento de tu hijo, algunos motivos para consultar un psicólogo infantil.
“El divorcio no puede considerarse como una causa de problemas psicológicos, sino como un factor que hace a la persona más vulnerable” Vangyseghem y Appelboom
¿Qué debemos hacer con el divorcio y los hijos?
No nos divorciamos de nuestros hijos, jamás nos despedimos de ellos. Es importante tener claro que han dejado de existir como pareja, pero siguen siendo papás el resto de sus vidas. Por esto el camino del perdón es el más propicio para una despedida. Aceptar lo que fueron, dar gracias y perdonar, permitirá que sus hijos no se conviertan en damnificados de sus egos.
Es de provecho que puedan realizar un acuerdo, en el cual sean aliados en la crianza de sus hijos; “tu casa y la mía, lugares parecidos, en normas, respeto y amor”. Se escucharán y hablarán sin las frustraciones del pasado, trabajarán en equipo. Decirse adiós no es sencillo, en cierto modo es despedirse de uno mismo.
El error de los padres cuando se están divorciando
El mayor error que cometen los padres es no explicar de forma concreta y concisa a los hijos lo que está sucediendo; lo que va a suceder a partir de ese momento. Los niños son seres los cuales necesitan sentirse seguros ante los cambios, igual que los adultos, pero ellos lo necesitan con más intensidad. Ya que se enfrentan a decisiones y cambios, los cuales ellos no han tomado, sino que es algo que sucede ajeno a ellos.
Es importante hablar con ellos y explicarles la decisión que los padres han tomado y en cómo esta les afectará en su día a día. Sin embargo, deben estar atentos a escucharlos y resolver todas las inquietudes que esto les genere; contestar sus preguntas y que ellos sientan libertad para poder expresar todo lo que sienten.
Al ir creciendo, los niños tienden a proteger a sus padres, no haciendo preguntas que consideren inadecuadas o hirientes. No obstante, hay que generar un espacio en el que ellos se sientan con confianza y brindarles toda la libertad. En ocasiones tienen muchas preguntas e inquietudes.
La creencia de “no separarse o divorciarse por el bienestar de los hijos” los hace sentir mejores padres, aunque ejerza el efecto contrario.
Reflexiones sobre el divorcio y los hijos
Ya que en algún momento de la vida terminarán reprochándoselos a ellos mismos y a sus hijos; generando en estos un sentimiento de culpa por el sufrimiento de sus padres. Los niños se apoyan en sus padres para forjar su personalidad y carácter. Es de suma importancia que se le enseñe a no quedarse donde no se sienten cómodos, a no estar por estar sino por convicción.
Un buen divorcio es esencial para el crecimiento emocional de los hijos; brindarles seguridad y afrontar esta etapa como un cambio en su manera de vivir y no como un fracaso. Esta es una gran enseñanza para ellos, además que va a generar una relación sana entre los padres.
Es importante que recuerden que los niños tienden a ser egocéntricos y que cualquier cosa o dificultad que suceda en su entorno, piensan que es culpa de ellos. Por esto es fundamental explicarles bien y con claridad que es algo en lo que ellos no tienen responsabilidad.
Es de suma importancia que los padres no digan cosas malas acerca de su expareja delante de sus hijos o en un lugar en el que ellos puedan escucharlo. Los niños suelen prestar mucha atención a estos detalles y conversaciones. Estas situaciones pueden ponerlos en una posición difícil si tienen que estar con alguno o escuchar comentarios negativos sobre uno de los padres. Además, se convierte en algo incómodo y triste para ellos.
Algunos consejos si estás enfrentando un divorcio y tienes hijos son:
Los siguientes consejos pueden ser útiles para ayudar a los niños y padres con el proceso de divorcio.
- No mantener la decisión de separarse o divorciarse en secreto o esperar hasta el último minuto para hacérselo saber al menor. Es importante que él lo sepa en el momento que se tomó la decisión, así podrá asimilar todos los cambios de una mejor manera.
- Es relevante que ambos padres le den la noticia del proceso que están por vivir; procurar estar en un espacio armonioso en el cual puedan hablar con libertad y tranquilidad.
- Aclararle al niño que la separación o divorcio no es por culpa de él. Los niños tienden a ser muy egocéntricos y creer que las decisiones o lo que ocurra en su entorno se debe a ellos.
- Antes, durante y después del proceso de separación o divorcio es fundamental recalcarle el amor y el cariño que les tienen a sus hijos. Es esencial que le digan y le demuestren que ambos padres lo quieren y se preocupan por él y que así, ya no convivan todos juntos, estos sentimientos hacia él no van a cambiar ni a desaparecer.
- Asegurarse de que el niño continúe en contacto con los parientes de ambas familias, es importante que pueda contar con esta red de apoyo.
- El padre que no conviva con el menor debe seguir involucrado en la vida y las necesidades de este. Además, que tengan contacto frecuente, asistir a eventos especiales o actividades que solía asistir y seguir ayudando en la crianza del niño. De no ser así, a medida que el niño vaya creciendo puede sentir rechazo. Puede pensar que no merece amor ni atención por parte del padre ausente.
Los niños tienden a tener menos problemas, familiares, escolares, sociales y emocionales, si saben que sus padres luego de la separación o divorcio seguirán actuando con él como lo solían hacer. Además, que seguirán compartiendo y los seguirán acompañando, así ya no estén viviendo juntos.
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