Las emociones para niños
Las emociones para niños

La mayoría de las personas en su adultez les cuesta expresar lo que piensan o sienten, porque no han desarrollado su inteligencia emocional. Esto se debe a que, cuando eran niños, no desarrollaron sus emociones o inteligencia emocional por diversos motivos. Por ello, las actividades sobre las emociones en los niños son tan necesarias.

Una de las causas principales por la que no expresan lo que sienten es para evitar conflictos. Hay quienes consideran que manifestando sus sentimientos le va a hacer daño a otra persona y por eso prefieren abstenerse de expresarlos. Pero no se dan cuenta de que en realidad el perjuicio se lo hacen a ellos mismos por reprimir lo que sienten.

Otra de las razones más comunes para no hablar de sus sentimientos, es el miedo a sentirse rechazado, juzgado o creer que no le van a entender.

Fomentar la expresión de las emociones para niños

Inteligencia emocional en niños

Para empezar, es importante reconocer que emociones son el conjunto de reacciones que expresa el ser humano. Denotando modos de adaptación cuando percibe un objeto, persona, lugar, suceso o recuerdo valioso.

Así mismo, esa capacidad para sentir es la que hace que se aprenda de las experiencias y que se vivan reaccionando de una manera u otra, esta manifestación de las emociones se forma desde niños. 

El reconocimiento de las expresiones faciales es una de las primeras señales que el ser humano utiliza para la comprensión de los sentimientos e intenciones de los demás. Esto es esencial a fin de que pueda haber una interacción con sus semejantes exitosa.

Las expresiones faciales afectivas se consideran centrales en la comunicación, apego y aprendizaje social de un niño. Sobre todo en los primeros años de vida.

Por esta misma razón es crucial hablar del buen desarrollo de la inteligencia emocional de los niños. Puesto que ellos experimentan la misma gama de emociones que los adultos. Es importante que aprendan la función que cumple cada una de ellas.

Con el fin de que no se sientan abrumados y puedan manejarlas y expresarlas de manera adecuada. Esto se logra a través de actividades sobre las emociones.

Inteligencia emocional o manejo de emociones para niños

En primer lugar, se entiende que el término inteligencia emocional se refiere a la capacidad de sentir, entender, controlar y modificar los estados emocionales de sí mismo y en los demás. La inteligencia emocional implica no acumular emociones, sino más bien dirigirlas y equilibrarlas.

Entendemos que una buena educación emocional incluye transmitirles a los pequeños que no hay emociones “buenas” ni “malas”, o “dañinas” y “peligrosas”. Puesto que todas y cada una de estas sensaciones son necesarias para formarse como persona.

Así mismo, es relevante considerar que las emociones son innatas y las sentimos desde niños, son naturales del ser humano. Se necesitan porque todas cumplen su función, incluso las llamadas emociones negativas.

Si, por ejemplo, no tuviésemos miedo, ¿cómo sabríamos cuándo estamos ante un peligro? No sentiríamos esa señal de alarma y no reaccionaríamos a los sucesos.

En el caso puntual de las emociones para niños, enseñarles a expresarlas, incluso las que supuestamente son dañinas o nocivas, es esencial y necesario. No se tiene por qué luchar para que desaparezcan estas emociones mal llamadas “negativas”.

Es importante que un niño pueda expresar lo que piensa y siente, lo que les gusta, les da miedo, las situaciones que le causan tristeza o lo que perciben como asco. El poder hablar de sus sentimientos y pensamientos hace que se liberen de una carga emocional que en ocasiones les genera presión y estrés.

El transmitir sus angustias, tristezas y alegrías les ayuda a sentirse bien, escuchados y comprendidos, por eso es de suma importancia desarrollar actividades sobre las emociones para niños.

Beneficios de la inteligencia emocional o buen manejo de las emociones para los niños

  1. Serán personas cognitivamente más eficaces, tendrán más concentración y menores interferencias afectivas.
  2. Los niños distinguirán las emociones que sienten en una situación en específico.
  3. Aumentará su motivación, su curiosidad y las ganas de aprender.
  4. Ayudará a tener más empatía, lo cual es fundamental para establecer relaciones interpersonales sanas.
  5. En momentos de ira y frustración sabrán identificar la emoción y darle un manejo adecuado.
  6. Amplía la agudeza y profundidad de la percepción e intuición.
  7. Los niños serán emocionalmente más felices.

Qué pasa si no hablas con los niños sobre las emociones

Las emociones para niños

En general, las personas tienden a reprimir constantemente lo que sienten. Esto se debe principalmente a que, no les brindaron las herramientas necesarias ni reforzaron la importancia de expresar sus emociones desde niños.

Otros motivos pueden ser también, vergüenza, timidez, miedo o inseguridad. El no hablar de sus sentimientos puede causar enfermedades, tanto físicas como mentales. Es decir, vivir guardando los sentimientos y pensamientos puede llegar a deteriorar notablemente la estabilidad emocional. Influyendo en las relaciones con las personas con las que se comparte y se tiene cariño.

“Detrás de todo niño difícil, hay una emoción que no sabe expresarse”.

Valeria Sabater

La falta de inteligencia emocional en un niño puede tener una repercusión directa sobre su conducta y comportamientos. Los niños que no son capaces de manejar su ira y frustración explotan causando rabietas. Las cuales pueden generar indisposición en las personas que estén presenciándola.

Estos niños tienden a exigir todo mediante pataletas y berrinches. No aceptan un ‘No’ como respuesta a alguna petición. Cuando el niño no es capaz de manejar sus emociones, acuden a la impulsividad a contestar de forma inadecuada.

Siendo groseros y en la mayoría de los casos esto va acompañado de una actitud agresiva y dominante.

Si un niño no controla sus emociones, pierde interés y motivación

La inteligencia emocional en los niños les permite autorregularse

En clase, se pueden mostrar de dos maneras, ya sea apático, perdiendo el interés y pasando inadvertido. O en algunas ocasiones prefieren llamar la atención con su mala conducta, ya que no les interesa prestar atención en clase.

En la mayoría de los casos se les dificulta las relaciones interpersonales por la falta de empatía y esto les puede desencadenar más inconvenientes en su vida social. Si los niños no son capaces de manejar sus propias emociones, ¿cómo van a ser capaces de manejar las emociones proyectadas hacia los demás?

Es por esto que, la falta de inteligencia emocional puede originar en los niños, que sean agresivos con otros niños. Por lo contrario, niños retraídos a los que les cuesta relacionarse con los demás o desarrollar diferentes actividades, integrarse en los grupos y ser aceptados, porque no conocen sobre sus emociones.

9 señales de que a un niño le falta inteligencia emocional

9 señales de que a un niño le falta inteligencia emocional
  1. El niño se estresa con facilidad y no sabe cómo expresar sus emociones.
  2. Le cuesta trabajo, ser asertivo con sus amigos o demás compañeros.
  3. No sabe identificar la emoción que está sintiendo en una situación en específico.
  4. Asume cosas rápidamente y defiende su postura impulsivamente.
  5. Guarda rencores por pleitos que ya no tienen importancia.
  6. Siente que la gente no lo entiende.
  7. Manipula para obtener lo que quiere a través de pataletas o berrinches. 
  8. Culpa a los demás por cómo se siente o lo hacen sentir.
  9. Se ofende con facilidad.

Enséñales a los niños sobre las emociones y cómo reconocerlas

Cuando los niños empiezan a sentir emociones que son difíciles de manejar, necesitan ayuda para aprender a hacerlo. Los momentos en los cuales ellos experimentan conflictos es la oportunidad para enseñarles acerca de la inteligencia emocional.

Esto significa ayudarles a los niños a desarrollar las habilidades y estrategias necesarias para que sean conscientes de las emociones que están sintiendo en el desarrollo de las diferentes actividades. Cómo la pueden regular en una situación en particular, para así llevarse bien con los demás.

Cabe resaltar que la mejor oportunidad para enseñar sobre el manejo de las emociones para niños, es después del momento en el que experimentaron el conflicto. Ya que, el niño estará más afectuoso y cooperativo, esto le ayudará a desarrollar su capacidad de controlar lo que siente sin salirse de control.

Cuando se puede controlar lo que se sienten, se puede regular el comportamiento.

A continuación, nombraremos algunos factores importantes para el desarrollo de la inteligencia emocional en los niños.

1. Autoconciencia en los niños para manejar sus emociones

Es crucial que el niño comience a tener un conocimiento pleno sobre sí mismo, sobre lo que le gusta, lo que le genera rabia, incomodidad o asco. Se debe ayudar a que ellos conozcan sus virtudes y sus defectos. Para que adquieran confianza en sí mismos y tengan una mayor capacidad de autocrítica.

Reforzar la autocrítica será fundamental en el proceso. Con la finalidad de que puedan tomar mejores decisiones en el futuro y que los niños no solo se guíen por sus emociones.

3. Enseñar a los niños a aceptar todas las emociones

Es necesario en el manejo de las emociones para niños que las admitan y las expresen, a medida que las van sintiendo, incluso cuando el comportamiento sea inadecuado hay que dejarles expresar sus sentimientos.

Claro está que, hay que limitar las acciones de los niños si son peligrosas o no son correctas. Ellos pueden expresar sus emociones sin sobrepasar los límites del respeto con los demás y con ellos mismos.

4. La autorregulación emocional en los niños

Es imposible eliminar sentimientos o emociones como la rabia o la frustración en los niños, incluso en una persona adulta. Sin embargo, se puede ayudar a regular estos estados de nerviosismo e impulsividad, creando en ellos una mayor serenidad.

Es indispensable que ellos sepan que no son una mala persona por sentir rabia, esto les permite aceptar su enfado como algo normal. Encaminándolos a buscar estrategias para salir de este estado emocional en lugar de quedarse enfrascado en esta emoción.

Esta cualidad puede ayudar a los más pequeños a crear herramientas para su futuro, que le permitan gestionar mejor sus decisiones.

5. Ser un ejemplo para los niños

La mayoría de las ocasiones los niños se guían por el ejemplo de los adultos y con el tiempo harán lo que estos hacen.

Las emociones para niños, ellos aprenden a gestionarlas como lo hacen los adultos. Por eso cuando ven que algún superior mantiene la calma, se les está enseñando que es posible tener una actitud correcta.

Caso contrario, si se pierde el control con facilidad, ellos verán esto como un ejemplo y lo más seguro es que lo sigan y actúen igual a sus figuras de autoridad.

Mantener la sensación propia de bienestar es una de las responsabilidades más importantes para los padres en cuanto a la crianza de sus hijos. La mayoría de los padres lo llevan bien hasta que su hijo empieza con conductas inadecuadas.

Es valioso que no pierdan la calma y entiendan el punto de vista del niño, no hay razón para culpar o castigar, pero sí hay que establecer unos límites firmes con empatía.

6. Promover la empatía en el niño

El ejemplo ayuda a los niños a manejar sus emociones

La empatía es fundamental para que los niños puedan comprender lo que sienten las personas, sus emociones y sentimientos, en las diferentes actividades que comparten.

Es necesario ayudar a los niños a adquirir la capacidad de reconocer las emociones de los demás, saber escucharlos, ponerse en su lugar y entender cómo se sienten. Este es un factor esencial para poder construir relaciones interpersonales sanas.

7. La motivación en los niños

La motivación es imprescindible para que los más pequeños logren los objetivos que se proponen en sus vidas. Ayudarles a trabajar este aspecto y brindarles herramientas les ayuda a adquirir constancia, ilusión y perseverancia. Incluso puede contribuir a tolerar las frustraciones.

De esta forma, pueden lograr una mayor productividad y eficiencia para su futuro tanto a nivel personal como profesional.

8. Habilidades sociales en los niños

Las habilidades sociales están fuertemente ligadas con la empatía. Ya que es esencial entender lo que sienten las personas de nuestro alrededor para saber cómo actuar.

Esforzarse en este aspecto, logrará que el niño consiga interactuar de manera adecuada, adquiriendo una mayor capacidad de asertividad.

¿Cómo fomentar las emociones para niños?

Fomentar la inteligencia emocional en los hijos

Es primordial que los padres busquen actividades para trabajar la conciencia corporal y compararlo con las emociones en los niños. De esta manera toman conciencia de la relación e influencia que hay entre ellas y el cuerpo, a través del cuerpo.

De la misma manera, llevar a cabo actividades de relajación para niños que permitan calmarse y eliminar el estrés será de gran ayuda.

Fomentar la autoestima de sus hijos:

Para llevarlo a cabo es necesario darle responsabilidades y actividades acordes a su edad. Dejar que tomen sus propias decisiones y reconocer el esfuerzo y trabajo bien hecho. Finalmente, ser un buen oyente con los niños, de este modo se sentirán atendidos y valorados en todo momento.

5 actividades para mejorar las emociones en los niños

1. Cuentos infantiles sobre emociones

Los libros pueden ser grandes aliados en las emociones para niños y cómo manejarlas. Los ayuda a tener mayor vocabulario emocional, a reconocer e identificar sus emociones, a comprender sus experiencias, a empatizar con los demás y a poner consciencia y palabras a lo que les sucede.

Algunas recomendaciones de cuentos para niños son:

  • El monstruo de colores.
  • Las emociones de Nacho.
  • El gran libro de las emociones.
  • Bestiario de las emociones.

2. Dibujar emociones

Es una de las actividades más sencillas y consiste en poner un espejo delante de los niños y pedirles que represente emociones por medio de una expresión.

Luego puede dibujar en un papel las expresiones que observo en el espejo y escribir cuándo se ha sentido así.

3. Escuchar, pintar y sentir

La música nos despierta recuerdos y experiencias, pero además nos evoca emociones. Esta actividad consiste en poner diferentes géneros musicales y los niños pintarán libremente las emociones que cada canción les genera.

También se pueden poner las canciones y bailar expresando con todo el cuerpo la emoción que les evoca la música.

Es importante que conozcan como la emoción afecta a las distintas partes del cuerpo y que no solo se manifiesta en la expresión facial.

4. Mímica de emociones

En esta actividad previamente se deben preparar varias tarjetas con diferentes emociones. Luego el niño escoge una tarjeta a ciegas y debe representar la emoción que dice allí y los demás participantes deben adivinarla. Quien la acierta es el siguiente en salir.

A medida que se vaya jugando se puede incrementar la dificultad poniendo emociones o sentimientos menos conocidos por los niños. Con esta actividad ellos aprenden a fijarse en cómo se manifiestan sus emociones y sentimientos en todo el cuerpo, fundamental para las emociones para niños.

Así mismo, observan a los demás y prestan atención a la comunicación no verbal.

5. Rincón de calma

Un recurso muy útil es que los niños dibujen emociones mientras las están experimentando. Esta es una de las actividades que les ayuda a los niños a descargarse de sus emociones, de una forma sana y segura para todos.

Para esto se debe tener un espacio accesible para los niños y colocar un frasco con colores y una libreta u hojas de papel.

Con antelación se les explica a los niños que pueden acudir a este espacio para expresar su emoción a través del dibujo en momentos que lo necesiten.

Se les indica que en este espacio pueden dibujar lo que sientan y deseen en ese momento. También pueden romper las hojas, arrugar o rasgar el dibujo una vez acabado.

Es importante poder acompañarlos mientras dibujan y ayudarlos a verbalizarlas, las emociones para niños se pueden entender de esta manera.

Manifiesto de un niño

Dato curioso sobre las emociones para niños

Durante los primeros años de vida, los niños poseen una considerable plasticidad cerebral. Por lo que esta etapa, las experiencias, aprendizajes y actividades que se den en ella, son especialmente relevantes para el enriquecimiento y adecuado desarrollo de la cognición y la afectividad.

Por eso, motiva a tu niño para que resuelva sus problemas, prestándole ayuda si lo necesita, reconoce y valora de igual forma sus esfuerzos. Ayúdale a conocerse: sus gustos, deseos, necesidades, opiniones, limitaciones, etc.

Enseñarles de igual forma la importancia de respetar los gustos y las opiniones de los demás.  A las emociones para niños hay que ponerles palabras y animarles a expresarlas, cómo se siente en diferentes situaciones.

Erica M. Montoya Londoño

Psicóloga y Psicoterapeuta, Especialista en Psicología de la Actividad Física y del Deporte, Magíster en terapias de tercera generación.Directora de Hakuna Psicólogos en Medellín.