Dicen que es mejor despertarla que sentirla y eso es verdad, aunque tampoco sea bueno despertar ese sentimiento en otras personas, en este contenido te diremos cómo superar la envidia. Claro está entonces que sentirla es malo, muy malo, porque envenena el alma, descompone la mente y trae desdicha a nuestro corazón.
Se puede manifestarse de diferentes maneras y nunca será bueno porque hará que nuestra vida sea miserable. En esta ocasión queremos regalarte unas recomendaciones para que no alimentes este sentimiento tan malo para nuestras vidas.
¿Qué es la envidia?, y sus características
¿Te ha pasado que alguien ve el logro de las demás personas con repudio, rabia y hasta con tristeza?, en efecto este tipo de actitudes son bastante comunes en las personas que tienen envidia en su ser.
Para la Real Academia de la Lengua española envidia es: “tristeza o pesar del bien ajeno”; también la define como: “emulación, deseo de algo que no se posee”.
En este orden de ideas se configura cuando una persona desea lo que otros tienen y esa emoción hace que el enojo, o incluso el deseo de tomarlo, se convierta en un sentimiento o una conducta que adopta dicha persona.
Las características asociadas con la envidia son:
- Al no tener un propósito propio y desear proyectos ajenos, la persona envidiosa es poco creativa.
- Hace que las personas tengan poco desarrollo en sus relaciones sociales, académicas, familiares y profesionales.
- Los conflictos intrapersonales son una de las grandes características asociadas con los envidiosos.
- Es frecuente que la persona envidiosa carezca de autoestima, por lo que sus acciones denotan su falta de amor propio.
- Se pueden provocar trastornos en la personalidad, ya que puede incitar ansiedad, estrés, incluso depresión.
Por qué sentimos envidia
Es un sentimiento, una emoción, que hace que deseemos lo que otros poseen y más que desearlo es sentir: frustración, rabia, tristeza y hasta odio por no tenerlo o ser como el otro.
A veces el sentimiento de envidia es una muestra viva de que nos falta autoestima, ya que no existe una confianza plena en nuestras capacidades, haciendo que veamos al otro como un ser superior y, desde luego, vernos nosotros como seres inferiores o incapaces.
Esta se siente y es necesario tratarla, por ello en Hakuna Psicólogos contamos con profesionales dispuestos para guiarte.
Consecuencias de la envidia
Al igual que otros sentimientos va creciendo y su nivel de afectación en nuestras funciones y acciones hacen que traiga consigo consecuencias que no serán muy agradables para nuestra vida.
Las personas que aguardan en su ser envidia presentan un alto grado de inestabilidad emocional; ellos van desarrollando mecanismos de defensa que hacen que no solo se amparen, sino que conviertan esa defensa en un constante ataque hacia el otro.
Es muy probable que la envidia traiga las siguientes consecuencias:
- Soledad y tristeza
- Desconfianza de los otros hacia ti
- Baja autoestima y depresión
- Estrés y rencor
Estas son solo algunas de las consecuencias que llegarían detrás de ella; por ello es importante que no dejes que ese sentimiento se haga más fuerte, recuerda que una ayuda psicológica será siempre una buena opción.
La envidia y el cerebro envidioso
Como bien sabemos, es un sentimiento que nace desde nuestros pensamientos como una orden cerebral; su manera de expresarse son fruto de una serie de procesos cerebrales que hacen que se proyecte con placer, displacer, rabia o enojo.
Algunos estudios científicos han detectado que el cerebro, a través del hipotálamo, experimenta una ligera liberación de oxitocina y dopamina en momentos en los que se hace placentero disfrutar de la derrota de una persona envidiada.
Al igual que muchas de nuestras sensaciones, esta también produce placer o displacer en la persona; por lo que es importante ver con qué frecuencia se envidia, y en qué grado se siente o no felicidad cuando se tiene este sentimiento en la mente, para superar esta sensación.
La envidia y los celos
Los celos son un sentimiento muy similar que puede producir sensaciones en la persona; algunas de estas sensaciones o reacciones pueden ser parecidas, pero no son lo mismo.
Para empezar, es importante definir que los celos se producen cuando sentimos que vamos a perder a alguien a quien amamos y que esa pérdida se está dando por otra persona a quien celamos.
Mientras que las personas envidiosas siente desazón por lo que el otro tiene; con los celos la indisposición surge porque sentimos que nos están arrebatando algo que queremos y por eso miramos con rabia a la persona que nos arrebata esa persona que amamos.
Por lo tanto, son circunstanciales y se determinan por razones muy diferentes; ya que, por una parte, es el amor el que materializa los celos, y, por otro lado, es el deseo de poseer lo que el otro tiene, lo que la caracteriza.
7 recomendaciones para superar la envidia
Como se convierte en un sentimiento que puede ser dañino, te traemos a ti 7 recomendaciones para que tengas en cuenta; quizás, te sirvan de mucho al momento de contener o superar la envidia.
1. Identificar por qué tenemos un sentimiento de envidia
Es fundamental ya que con ello podremos saber la causa y podemos mitigarla. Una forma de identificarla es formulándonos algunas preguntas, tales como: ¿Por qué siento envidia? ¿Estoy deseando con ansias lo que tienen otros? ¿La felicidad de otros me hace infeliz a mí?
2. Expresión de los sentimientos de envidia
La expresión de sentimientos será siempre uno de los mejores mecanismos para conocer, reconocer y definir lo que somos y sentimos; a través de la expresión de sentimientos sabremos más a fondo qué es lo que hace que deseemos lo que tiene el otro.
3. Aceptar las personas a las que envidiamos
Crear un ambiente de aceptación permitirá que vayamos reconociendo que el logro, posesión o lo que tiene el otro es fruto de un esfuerzo y una lucha; con la aceptación hacia al otro terminamos aceptándonos a nosotros mismos y nuestra debilidad. Aceptar al otro fortalece nuestra empatía.
4. Debes centrarte en tus capacidades y fortalezas para superar la envidia
Lo primero que debes hacer para centrarte en ti mismo es no compararte con otras personas; no te subestimes ni minimices tus esfuerzos, recuerda que cada proceso es diferente y cada persona es en la medida de sus esfuerzos. Nunca olvides que todos somos iguales y esa igualdad nos pone en un mismo plano de capacidades, habilidades y fortalezas.
5. Rodéate de personas agradecidas y agradece
Cuando nos rodeamos de personas que no son agradecidas con lo que tienen, es muy probable que siempre falte algo; recuerda que esas falencias provocan envidia. Es importante que tú también seas agradecido con lo que tienes y eres; si en todo momento te quejas, es muy probable que en todo momento desees lo que otros tienen y tú no.
6. Hazles halagos constantes a las personas
Adopta una actitud de ver lo bueno de las personas y reconocerlo; sin embargo, es importante no halagar con envidia sino con felicidad y bondad, fluir con bondad es fácil, solo necesitas un poco de práctica.
7. Mira tus avances y proyéctate
Las personas envidiosas lo son porque consideran que les falta, no te enfoques en lo que te falta; enfócate en lo que has conseguido y lo que eres en este momento de tu vida, reconoce que eres grande y que puedes avanzar más – pero no le agregues ambición a esos pensamientos… —.
Con estas 7 recomendaciones podrás avanzar mucho, pero no olvides que la envidia será siempre un sentimiento que no es agradable y que daña las personas, por esto la debes superar; no dejes que tu vida se convierta en un desear con rabia o con tristeza… en Hakuna Psicólogos estamos dispuestos a escucharte, orientarte y direccionarte para que seas feliz.
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